A la hora de comenzar a redactar el discurso de la boda es importante seguir estas 7 pautas para crear el discurso perfecto que os comentábamos en un artículo anterior, pero además hay que pensar en muchas otras cosas que nos pueden ayudar.
Utiliza el recurso del humor y trata de sacar una sonrisa a los invitados, ayudará a romper el hielo y crear un ambiente distendido y relajado, que te proporcionará más confianza a la hora de seguir con el discurso.
Tanto si eres un familiar, un amigo, o el propio novio, no dejes de hablar sobre el pasado, el presente o el futuro de la pareja. Contar anécdotas vividas con el novio, la novia, o como pareja siempre es un acierto.
Si das el discurso pero no eres el novio, puedes pedir ayuda a los amigos de la pareja o algún familiar muy cercano (por ejemplo, un herman@) para que te aporten alguna anécdota que puedas incluir en él.
Por último, léelo varias veces y practica para corregir alguna parte que no quede bien ligada, eliminar palabras que se repiten en exceso y también estudiar bien las pausas que deberás seguir a la hora de leerlo en público. Esto conlleva varias ventajas y es que puedes acabar por memorizarlo y mirar más a tu público, lo que hará que conectes con él.
Ya sólo te quedará el momento perfecto para su lectura. Éste suele ser al finalizar el banquete y antes de la entrega de los regalos (si la hubiera).
Como broche final ¡no te olvides dedicar un brindis! (por la felicidad de la pareja, por todos los invitados, etc).
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