Diríamos que es casi una tradición, y es que el discurso en las bodas casi nunca falla. Lo puede dar el padrino, un testigo de la boda o incluso el novio, y no basta con dedicar solo unas palabras a los invitados en la boda sino que deben ser acertadas y seguir un orden.
Os contamos las claves para hacer el discurso perfecto.
- Lo más importante es fijar nuestro objetivo: crear un discurso que emocione a quienes nos escuchan o que luego pueda ser recordado por el valor de las palabras. Luego, ¡no debemos crear un discurso vacío!
- Dedícale un tiempo a pensarlo y no lo dejes para el final. No esperes a que la inspiración aparezca en el último minuto.
- No dejes lugar a la improvisación. Aunque se te de bien, se trata de un momento muy importante y no es necesario correr determinados riesgos. Queremos que el discurso sea recordado por su valor, no por los fallos.
- Sigue un orden. Un discurso debe tener una apertura, un desarrollo y por último un final. Aprovecha el inicio para realizar cualquier aclaración o darle tu toque personal, también para transmitir los nervios del momento y conseguir con ello que la audiencia (es decir, los invitados, empaticen contigo y el momento).
- No olvides al final dedicar unas palabras de agradecimiento a los invitados por su asistencia.
- Los discurso suelen tender a la emoción e incluso en ocasiones al humor, define qué sentimientos quieres despertar entre los invitados antes de comenzar a redactarlo.
- El tiempo es importante, así que no te excedas de los 5 minutos. ¡No querrás que se haga pesado o los invitados se aburran!
Fotos: www.weddingforward; www.theweddingplaybook.com
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